«La fe se hace con cosas que no se ven y la esperanza con cosas que no se tienen”, Santo Tomás de Aquino.

Te escucho caer sobre el techo y veo como humedeces las ventanas de mi habitación, escucharte es melodía para mis oídos, me recuerdan mis raíces, de donde vengo, verte caer sobre el tejado y en el pavimento de la calle me da nostalgia, observar como empañas los vidrios de los grandes ventanales me hace suspirar, busco una taza de café para calentarme y la brisa fría que viene de ti, me hace suspirar: Me inspiraste hoy lluvia. ¡Bienvenida la esperanza!

Así es la esperanza cuando llega a nuestras vidas, nos hace ver en lo simple lo hermoso, sentir cada olor, el viento en nuestra piel, nos hace sonreír y el pecho se llena de emoción y nos hace ver, creer y sentir que todo cambiará, y que lo mejor llegará, eso que esperamos y tanto anhelamos.

Debemos aprender a esperar con esperanza no con ilusión. Las ilusiones se esfuman, la esperanza no, porque esperar con fe es tener la convicción que lograremos tener aquello que deseamos.

Vive con esperanza, esfuérzate y trabaja por alcanzar aquello que esperas. Tener fe es esencial para conseguir lo que te propones en tu vida. ¡Miremos la vida con una visión más amplia, hagamos felices a los demás y seamos felices nosotros mismos!

La esperanza es una forma de abrirse a nuevos caminos, y a mirar con más fe hacia adelante. Es una luz que ilumina tu andar y le da sentido a tu vida.

Esperar es una bendición, cuando esperas sin quejarte y sin cansarte, las cosas llegan de un momento a otro, cuando menos lo buscas y piensas. Siempre hay destellos que llegan como alicientes, que abren las puertas hacia el camino que queremos seguir para llegar a la meta que nos impulsará a alcanzar los objetivos que nos tracemos en la vida.

Cuando hay esperanza todo es posible, pero no caigas en engañarnos ni creas en fantasías. Coloca los pies firmes sobre la tierra, sin ser pesimista, con optimismo y de manera positiva ve tus fortalezas para explotarlas en función de llegar a la meta y no pierdas de vista tus debilidades para que los miedos no se apoderen de tu razón.

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Después de la lluvia siempre sale el sol, sus rayos te abrazan y dan abrigo, su calor te hace sentir protegido y seguro, así debes mantener siempre tu actitud ante la circunstancias de la vida. Eres capaz de hacer tus sueños realidad, todo depende de ti, de que te decidas a emprender un nuevo rumbo.

El color verde es asociado con la esperanza. Similar al turquesa que dan las olas cuando levantan sobre el mar y se esparcen como espuma en su orilla.

La esperanza es un estado de ánimo que nos motiva a ir por lo que queremos, por eso hay que amar con esperanza, hay que esperar con fe.

Hay un dicho universal: “La esperanza es lo último que se pierde”. En realidad la esperanza es lo único que nunca debe perderse, de lo contrario, nuestras vidas serían muy tristes y ya nada tendría sentido.

Recuerda que cada persona es especial, tiene un don y una misión en el mundo, que en el camino van descubriendo, alcanzando y desarrollando. Allí, la esperanza tiene un papel fundamental, está en todo lo que hacemos por nosotros mismos y por los demás, es parte de la sabiduría y experiencia de cada ser: lee y busca encontrarte con nuevas vivencias y verás como la esperanza llegará a tu vida, solo no olvides perderla nunca. ¡No la sueltes!

Escrito por Aylen Bucobo

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