Se celebra el Día de la Virgen de Chiquinquirá este 18 de noviembre
Este 18 de noviembre, el pueblo zuliano manifiesta su fe a su patrona Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
Hace 314 años una lavandera fue testigo de la milagrosa renovación de la Sagrada Tablita, la cual apareció en aguas del Lago de Maracaibo y desde allí la hermosa imagen acompaña al pueblo zuliano.
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Hoy una vez más sus fieles creyentes harán acto de presencia en la Basílica a San Juan de Dios para agradecer por algún favor concedido y hacer sus peticiones.
A las 5:00 de la tarde, se tiene pautada la Sagrada Eucaristía en la Plazoleta de la Basílica en honor a la Virgen Morena, donde el pueblo unido se congrega para recibir su bendición y acompañarla en su recorrido por las principales calles del casco central de Maracaibo.
Con el lema «Jesús y María, amor y alegría de la juventud misionera» La Chinita nos recuerda el amor de madre para sus hijos.
¡Milagro… Milagro!
Cuenta la historia, que La Chinita llegó a Maracaibo sobre las olas del Lago de Maracaibo, un día del año 1749.
Una sencilla mujer de nombre María Cárdenas lavaba su ropa en las orillas del Lago, cuando repentinamente vio flotando una tablita de madera fina, la cual recogió pensando en que le podría ser útil para tapar la tinaja de agua que tenía en el corredor de su casa.
A la mañana siguiente, cuando estaba colando el café, la mujer escuchó unos golpes como si alguien estuviera llamando.
Fue a ver lo que sucedía y quedó sobrecogida de asombro al ver que la tablita brillaba y que aparecía en ella, la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
La mujer comenzó a gritar ¡Milagro! ¡Milagro! Luego de lo sucedido, numerosas personas acudieron a presenciar el prodigio, convirtiéndose por esto la casa de la humilde mujer en un lugar de veneración de la Virgen por parte de múltiples creyentes, donde hoy se levanta el monumento a la Virgen de Chiquinquirá.
Al tiempo de lo acontecido, las autoridades de Maracaibo decidieron realizar una procesión en honor a La Chinita. Cuenta la leyenda, que la Virgen era llevada en hombros por dos hombres elegidos por el propio Gobernador, cuando al doblar una esquina, la imagen se puso tan pesada que impidió seguir moviéndola.
Después de muchos ruegos al cielo y súplicas a la Virgen, uno de los presentes exclamó: «Tal vez la Virgen no quiera ir a la Iglesia Matriz y prefiera la de San Juan de Dios».
Según la tradición popular, estas palabras se tomaron como una inspiración divina, ya que, la procesión cambió su rumbo hacia la iglesia de la gente humilde de Maracaibo y la imagen recuperó su peso normal. Es por esto, que desde ese día, la Dama del Saladillo permanece en la Basílica desde donde bendice al pueblo zuliano.
Desde esta tribuna informativa nos unimos al júbilo que embarga al Zulia, por la celebración de los 314 años de la aparición de La Chiquinquirá.
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