La Iglesia católica celebra el Día de la Inmaculada Concepción
Cada 8 de diciembre se celebra el Día de la Inmaculada Concepción, una de las fiestas más importantes de la Iglesia Católica en la que se rinde homenaje a la Virgen María.
María es considerada una figura emblemática, teniendo en cuenta que es la madre de Cristo y Dios la separó del pecado original desde el momento de su concepción.
En algunos países se adoptó la tradición de encender velas alrededor de las casas como símbolo de esperanza y del amor en familia.
Al igual que la Asunción de María, aunque este episodio no aparece explícitamente en los evangelios, la tradición lo reconoce como una consecuencia de la encarnación del hijo de Dios. Un hecho bíblico que se revela en la afirmación del Arcángel Gabriel: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo
(Lucas 1, 30).
Aparición en España
La veneración hacia la Inmaculada Concepción surgió cuando unos soldados españoles la descubrieron en 1585 y desde entonces pasó a tener devotos en todo el mundo.
Cuenta la historia que era la Guerra de los 80 años en la isla de Bommel, específicamente en el monte de Empel, donde 5.000 soldados combatían en situaciones muy adversas.
La noche del 7 de diciembre de aquel año, mientras un guerrero cavaba una trinchera, encontró una tabla flamenca en la que se podía visualizar la Inmaculada Concepción de María.
En esa misma noche, el militar Francisco Arias de Bobadilla pidió a los soldados encomendarse a la Virgen, a la que habían colocado en un improvisado altar, antes de enfrentarse a los holandeses.
Al día siguiente, el 8 de diciembre de 1585, el ejército se dio con la sorpresa que el agua del río Mosa se había congelado, luego de un viento inusual. Tras ello, los soldados españoles aprovecharon en escapar para atacar a sus enemigos, el Tercio salió victorioso del enfrentamiento que creyeron imposible.
Desde ese momento, los soldados españoles convirtieron a la Inmaculada Concepción en su patrona.
Festividad declarada por el Vaticano
En cambio, la festividad no fue declarada como tal por el Vaticano hasta 1854, cuando el Papa Pio IX a través de la carta apostólica ‘Ineffabilis Deus’ declaró el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.
“Fue España la nación que trabajó más que ninguna otra para que amaneciera el día de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María”, manifestó en la el 8 de diciembre de 1857 en la inauguración de un monumento a la Inmaculada en la Plaza de España, en Roma.
Agencias
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