Marabinos tienen más de dos semanas sin poder recargar sus bombonas y sólo les dicen: «No hay gas»
Los ciudadanos están afectados por todos lados: Uno, sin gas por tuberías, por lo que ante la falta de esto, acuden a las bombonas, pero para recargarlas, «no hay gas». Entonces, acuden a las cocinas eléctricas, pero casi a diario, hay cortes de luz de hasta cuatro horas
Habitantes de varias zonas de Maracaibo que carecen del servicio de gas por tuberías y que dependen de la recarga por bombonas para poder cocinar, tienen poco más de dos semanas sin recargar, ya que sólo les dicen que «no hay gas».
«Normalmente, yo llevo mi bombona a donde el señor al que le pago la recarga. Él me dice que el camión las busca ese mismo día y ya al otro día, la voy a buscar recargada, pero esta vez tengo más de dos semanas esperando», fue el testimonio de una vecina en el sector Tamanaco, situado en las adyacencias de Lago Azul en Maracaibo.
A pesar de que es un sector con más de 50 años, Tamanaco no cuenta con servicio de gas por tubería, al igual que algunas zonas contiguas.
«Cada vez que pregunto para ir a buscar mi bombona, me dice que el camión no la ha ido a buscar porque no hay gas», expuso la habitante de la mencionada comunidad.
Como Tamanaco, hay otros sectores afectados, tales como Los Estanques, Pomona, algunas zonas de Haticos, entre otros.
Con la recarga de bombonas, quienes no tienen gas por tuberías, logran «bandearse», pero ante la falta de gas para las recargas, pero ahora se las ven cuesta arriba. Por cualquier lado, están afectados: Por uno, la falta de gas por tuberías, que compete a la Alcaldía de Maracaibo. Por otro, la falta de recargas de bombonas, que depende de Pdvsa.
Cocinas eléctricas agotadas
Quienes pueden, compran cocinas eléctricas para suplir la falta de gas. Sin embargo, en los locales comerciales, los vendedores afirman que ya están agotadas.
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Las cocinas eléctricas de dos hornillas, ya no se ven, los comparadores arrasaron con ellas. Sólo se encuentran en el centro de Maracaibo, donde hay quienes denuncian sobreprecio. «Se aprovechan que la gente está buscando cocinas eléctricas para ponerlas más caras», dijo un ciudadano. Las venden hasta en 20 dólares, y sólo en efectivo.
Las que más o menos se consiguen son las cocinas eléctricas de una hornilla, con un precio de ocho dólares. A muchos no les toca más que recurrir a estas, ya que más vale una hornilla para poder cocinar, que ninguna.
No obstante, con la cocina eléctrica toca otro desafío que enfrentar y son los constantes cortes de luz de hasta cuatro horas, de los cuales son víctimas los zulianos. Cuando se va la luz, no se cocina. Si hay dinero, toca comprar en la calle. Quienes no tienen, aguantan el estómago hasta que tengan electricidad.
Lenys Moreno / Es Con Usted
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