La posición de la mariposa: perfecta para estimular el punto G
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Cada vez son más las personas que deciden abandonar el clásico ‘misionero’ y probar nuevas poses en sus encuentros íntimos, como es la postura de la mariposa. Esta postura no solo les permite salir de la rutina, sino alcanzar un intenso placer y un disfrute más prolongado durante el encuentro sexual.
Explorar distintas posiciones suele ser una estrategia adecuada para lograr la estimulación de formas alternativas. Por eso, más allá de algunas colocaciones ya tradicionales como el ‘perrito’ o la ‘cucharita’, te invitamos a conocer la postura de la mariposa.
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A continuación te explicaremos en qué consiste para que valores la opción de ponerla en práctica en tu próxima noche de pasión.
La postura de la mariposa
La postura de la mariposa no es para principiantes, dado que requiere cierta técnica, elasticidad y resistencia muscular.
Es decir, para obtener los resultados esperados ambos miembros de la pareja deben colocarse del modo correcto. Para ello, será de utilidad tener en cuenta los siguientes pasos:
- La mujer se sienta en una superficie elevada, puede ser un mesón o una mesa.
- No es necesario que se siente en el centro de la mesa sino más bien hacia el borde. Una vez su pareja esté cerca de la mesa, frente a ella, levantará ella las piernas y las colocará sobre los hombros de su pareja.
- Para poder comenzar la penetración, la mujer debe levantar la pelvis y mantenerla así durante el resto del encuentro. Esto permite que su espalda quede recta.
¿Cuál son los secretos de esta postura?
- La clave de esta pose es que, al tener la cadera elevada, la mujer puede recibir una estimulación más directa sobre su ‘punto G‘. Por eso, hemos insistido en la importancia de que ella mantenga la pelvis alzada.
- Además, facilita penetraciones más profundas y un tipo de placer que es difícil conseguir en otras posiciones. Incluso, al principio hay quienes necesitan acostumbrarse a esta nueva impresión.
- El hombre puede sujetar con ambas manos los glúteos de su pareja para ayudarla a mantener el equilibrio. También puede utilizar una sola mano y con la otra, estimular su clítoris. De esta forma, el placer será aún mayor, permitiendo llegar antes al orgasmo.
Como vemos, gracias a una excitación más cercana del punto G, esta postura resulta muy interesante para aquellas mujeres que deseen disfrutar de orgasmos múltiples .
Por su parte, los hombres que la practiquen también se encontrarán con una experiencia más intensa. En esta situación es muy probable que aumente tanto el deseo como la variedad de las sensaciones que viven en ese momento.
Y tú, ¿qué piensas? ¿Te animarías a probar la postura de la mariposa?
Con información de Mejor con Salud
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