El Valor

“La gratitud es el arte de apreciar las pequeñas cosas que hacen grande la vida”,

Rosa Montero.

Agradecer no es cualquier cosa. Ser agradecidos con la vida y sus bondades es algo muy especial que aprendemos a cultivar con el tiempo. Incluso ser agradecidos con los demás, es parte de un trabajo de crecimiento personal que con el tiempo podemos ir afianzando.

Agradecer no solo es parte de la buena educación, amabilidad o cortesía. También tiene que ver con una buena actitud, con la manera en que asumimos la vida y en la forma que nos valoramos a nosotros mismos.

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El agradecimiento va más al área personal, intimo, emocional y espiritual. De cierta manera, conlleva a la formación de lazos estables, inclusive en el plano sentimental, porque nos produce bienestar y felicidad. Nos hace sentir bien.

Cuando agradeces por lo que te dan, por lo que recibes así como por las virtudes y atributos de otros, es parte también de lo que te valoras como persona y lo valiente que eres en reconocer al igual los talentos y dones de las demás personas. Esto forma parte de tu superación.

De cierta manera, es un modo de liberación personal, porque aprendemos a valorar lo que realmente tiene valor en la vida, lo que es importante.

De hecho, la gratitud es un valor que no muchos practican. Generalmente estas personas son negativas, no se abren emocionalmente con nadie, se creen autosuficientes, son soberbias y ven siempre lo malo en los demás.

En cambio, las personas agradecidas no solo valoran a los demás en sus virtudes y talentos, sino que agradecen, que estén presentes en sus vidas y celebran el poder compartir con ellos momentos únicos.

Agradecer no es quedar en deuda con la otra persona. Es decir, no existe obligación alguna que sientas, que debes un favor si alguien hace algo por ti. Si es así, entonces no es agradecimiento libre y sincero. Al contrario, te vas a sentir comprometido en que debes devolver el favor.

La idea es recibir y dar sin esperar nada a cambio. Que te haga feliz el simple hecho de regalar o hacer un favor. Que te haga feliz y te creas que otra persona haga algo por ti o te de un obsequio de gratis, sin tener que pagar. Recuerda que eres un ser humano y que mereces también alicientes y regalos sin costo alguno en la vida.

También es esencial que te agradezcas a ti mismo por tus logros, metas alcanzadas, entrega en amor y cariño a tu familia, por tu dedicación al trabajo o por la persona que eres hoy. Es importante que te agradezcas y valores porque eso aumenta y refuerza tu autoestima.

Agradecer las cosas más sencillas es parte del valor que le das a la vida. Agradecer el solo hecho de despertar, de respirar, de poder caminar y sentir la brisa en tus mejillas, de poder admirar las olas del mar o el azul del cielo. Las flores y el canto de los pájaros. Una buena tertulia acompañada con un rico café, té, mate o chocolate. O, simplemente ver la lluvia caer a través de tu ventana.

Dar las gracias por existir, por aprender que las personas son como estrellas que llegan y se quedan para iluminar con su luz tu camino, que solo pasan como las estrellas fugaces, y que otras solo te acompañan un rato para hacer brillar tus días y noches.

Agradecer es un acto que te llena de vida, felicidad, energía y te ayuda a valorar lo que realmente es importante. Por eso, te agradezco por leerme. ¡Gratitud por siempre!

Escrito por: Aylen Bucobo

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