El plato frío

“La mejor venganza es sonreírle al odio; no es hipocresía, es elegancia”, Elena Poe.

La venganza puede aflorar en nuestras vidas cuando no toleramos las injusticias, las humillaciones o cuando alguien nos hace daño.

¿Qué te hace sentir deseos de vengarte? La respuesta es simple, tus propias heridas. Y eso te conlleva a querer herir a esa persona o personas que te hicieron daño.

“La venganza es un plato que se come frío, se disfruta lento y tiene un sabor muy dulce”. Este dicho popular conocido en el mundo, se refiere a que es mejor esperar el momento perfecto para dar la estocada y no reaccionar de inmediato dejándose llevar por las emociones del instante.

En nuestro interior, todos somos vengativos y no lo exteriorizamos, sino cuando llega ese momento que esperamos pacientemente.

De hecho, existen personas que no necesariamente se vengan de alguien exponiendo su acción. Al contrario, lo hacen sigilosamente sin que la otra persona se dé cuenta, pero al igual, disfrutan la venganza.

En ese sentido, especialmente, las mujeres son más expertas en vengarse silenciosamente. Mientras que los hombres, contrariamente, exponen su venganza. “En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre”, Friedrich Nietzsche

Sin embargo, al final, quien termina hiriéndose más es la persona que se vengó porque actuó mal y se colocó en la misma posición de aquella que le hizo daño. “La mejor venganza es ser diferente de quien realizó el daño”, Marco Aurelio.

Las personas vengativas no se han dado la oportunidad de perdonar y perdonarse. Aunque, hay quienes consideran que lo mejor es olvidar antes que vengarse y perdonar. “Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”, Jorge Luis Borges.

Aunque a algunos les parece más fácil acumular odio y rencor que seguir adelante. “Es imposible sufrir sin hacer que alguien page por ello; cada queja ya contiene venganza”, Alfred Hitchcock

También hay creencias que subrayan el hacer sentir al otro lo mismo que te hizo sentir. De esa manera, aprenderá en carne propia lo que hizo. Es lo mismo que “ojo por ojo, diente por diente”.

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Creemos que cobrando venganza estamos haciendo justicia. Pero, ¿de qué justicia hablamos si no estamos siendo imparciales en el actuar? Haciendo daño al otro, en respuesta a lo que nos hizo, nos hará sentir peor, no mejor.

Según la sociología, la venganza puede ser usada como un mecanismo de defensa. Entretanto, la psicología, la define como un conjunto de comportamientos con deseos negativos hacia otro u otros.

Desde el punto de vista que sea, la venganza es un sentimiento que se alimenta por un tiempo, incluso por años. Causa en algunas personas una agresión y violencia brutal hacia los demás sin importar si fue o fueron la que o los que le hicieron daño: simplemente van castigando por la vida a todo aquel que se les atraviese y lo van haciendo responsable de sus heridas, dolor, rechazo y sufrimiento.

¡La mejor lección que puedes transmitirle a un ser humano es darle más amor a pesar de todo el daño que esa persona te hizo!

No olvides que la venganza guarda en sí misma odio y rencor, sentimientos que te roban la paz y no te permiten ser feliz, ni avanzar y tampoco enfocarte por lo que realmente debes luchar.

Recuerda que al final, la última estocada o el contragolpe, no te hará sentir mejor. No resarcirás el daño que te causó. Esa herida solo la cerrarás siguiendo adelante con tu vida y olvidando lo ocurrido, esa es la MEJOR venganza.

Escrito por: Aylen Bucobo

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