“Algunas personas no han entendido que la tierra gira alrededor del sol, no de ellas”, Mafalda, Quino

La conciencia es lo que nos permite reconocernos a nosotros mismos y conocer nuestra identidad. Nos da el sentido de quiénes somos y cómo nos definimos. Es lo que asocia nuestro ser y alma.

El ego se encuentra justo en la parte central de la conciencia y es lo que le da sentido a nuestra propia existencia y realidad. Limita las fronteras de la identidad de cada ser humano y en pocas palabras, da sentido a la existencia de las personas.

La psicología señala que es una instancia psíquica en la que una persona se reconoce como ser individual: Yo. Al igual, la filosofía lo adopta como la capacidad de percibir la realidad.

El ego es como el personaje que hemos creado sobre nosotros mismos y hemos interiorizado como la imagen que nos representa en los distintos roles que desempeñamos en nuestras vida, de esa manera, la psicóloga Sara Sanchis, sostiene que el ego es la suma de nuestras vivencias y la interpretación que hacemos de ellas.

En la práctica, según se desarrolle el ego, puede ayudarnos a crecer y consolidar nuestras bases, o al contrario, nos puede hacer mucho daño en nuestras relaciones interpersonales de cualquier índole.

Cuando un ego es bien alimentado, es cuando las personas dan crédito al talento de los demás, saben que siempre tienen algo que aprender, comparten sus conocimientos con otros y reconoce que todos los seres humanos tienen distintos dones y no por eso, compite para ser el mejor. Simplemente aprende, enseña, difunde sus experiencias y da merito a quien lo tiene.

Cuando un ego es malo, es cuando una persona se cree superior, mejor y más que los demás, pierde la perspectiva y vive tratando siempre de demostrar lo que piensa que vale. En otras palabras, se sumerge en una constante zozobra por mostrar lo que es, lo que sabe y lo que puede ser capaz de ser y hacer.

En este tipo de ego, las personas a viven en un mundo en primera persona, donde solo existen ellos mismos. No existe más nadie más que ellos mismos, y solamente sus intereses y opiniones son las que importan.

En el Yo se centra todo del ser. Es decir, lo que somos en nuestro interior, se encuentra en el centro de nuestra conciencia, por tanto, cuando actuamos mal, ofendemos, humillamos, hacemos malos comentarios, tóxicos, hirientes y dañinos, alguno puede sentir remordimiento por su actuar si alimenta bien su ego, de lo contrario, simplemente desarrolla el ego malo.

Desde nuestro ser empieza lo que somos en realidad. Allí, encontramos de qué estamos hechos, la raíz de todo lo que nos define como personas, se desprenden nuestras acciones, obras, palabras, pensamientos, criterios e incluso, la manera en que vemos la vida.

Lo ideal para vivir en paz, dormir en tranquilidad y caminar sin esconder la mirada, es alimentar nuestro ego con buenas acciones, relaciones sanas, experiencias bonitas, educarnos de manera productiva y alcanzar nuestras metas sin pasar por encima de nadie.

Reconocer el talento, no creernos perfectos y en vez de criticar los errores de los demás, mostrar nuestra vulnerabilidad, que al igual somos seres humanos y en un momento dado podemos equivocarnos tomando decisiones no tan acertadas, y que algunas veces somos insensatos.

El ego bueno y el malo, se puede ejemplificar, como el angelito bueno que está de pie justo en nuestro hombro derecho y el diablito que está del lado izquierdo, y que ambos nos dicen qué debemos hacer o decir ante las situaciones o circunstancias.

Cada uno es nuestra conciencia, pero es como, si dos personas vivieran dentro de nosotros: uno nos dice lo que es bueno y el otro lo que es malo, es una pelea constante entre ambos, pero está de nuestra parte, saber manejarlos.

Se trata de reconocer nuestros actos y no justificar nuestras reacciones en las acciones de los demás. Debemos trabajar en nuestra conciencia, no solo aprendiendo lo bueno sino manejando las conductas negativas que se desprenden del Yo malo.

“Los débiles son dominados por su ego, los sabios dominan su ego y los inteligentes están en una lucha constante con su ego”, Hamza Yusuf.

¿Cuál eres tú?

Escrito por Aylen Bucobo

@aylenbucobo en todas las redes sociales

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Es Con Usted en WhatsApp a través del siguiente link: https://bit.ly/3ma8acR   y a nuestro canal por: https://bitly.ws/3cT4n 

Nuestro Canal en Telegram https://t.me/NsCGerardTorres

Además puedes seguirnos por InstagramFacebook y para recibir en directo todas nuestras actualizaciones

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com