El enfoque

“Lo que obtienes al lograr tus metas no es tan importante como en lo que te conviertes al lograrlas”, Henry David Thoreau.

Ser positivo y optimista es el primer paso para alcanzar tus metas más anheladas. La buena actitud, tener una mente positiva y trabajar en lo que deseas de una manera optimista, son el primer paso que debes dar cuando decides activarte y luchar por lograr un proyecto. Luego, esa misma actitud debes mantener paso tras paso y ser el motor que te impulse a seguir adelante en tus acciones e ir haciendo realidad eso que quieres.

Para poder mantenerte optimista y positivo, debes ser proactivo. Tener pensamientos positivos, buscar siempre un punto de motivación e incluso una inspiración. Durante este proceso, evita relacionarte con personas pesimistas porque las influencias negativas no te permitirán avanzar. Así que, “más vale solo que mal acompañado”.

Te preguntas de repente, cómo conservar la buena actitud. Te recomiendo comenzar el día agradeciendo, dar las gracias por tan solo estar vivo y poder despertar. Mira el cielo, a tu alrededor y sonríe. Escucha la música que te gusta y lee alguna frase que te inspire. También puedes escribir a diario cositas bonitas, como por ejemplo, cómo has superado los obstáculos, el progreso que has dado…

Ser persistente es el segundo paso para lograr tus metas. Si hay algo de lo que puedo dar fe, es que cuando insistes y no desistes en lo que deseas, llega el momento en que alcanzas realizar ese proyecto. La persistencia es la base poderosa en la cual se sustenta el éxito.

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¿Cómo lograr ser persistente? Nunca te desanimes, nunca te des por vencido, nunca digas que no y aunque, a la primera no se te dio y se hace cuesta arriba, sigue adelante, inténtalo todas las veces que sea necesario. Siempre busca algo que te motive, no pierdas el enfoque. “Si pierdes el enfoque, lo pierdes todo”

Si alguien se atreve a desanimarte, a hacerte dudar, aléjate de esa persona. No permitas que sus críticas te desalienten ni que entren a tu mente y den vueltas. No permitas que tu cuerpo absorba sus malas energías. Al contrario, cambia de estrategia y da un giro.

Creo firmemente y lo sostengo, que es mejor no contar las metas o sueños por los cuales estés trabajando, porque puedes encontrarte con personas que sientan envidia, que minimicen tus ideas o que piensen, que tus planes no son importantes para que te esfuerces por realizarlos. Así que, mantenerlo en silencio es mejor y una vez que los cumplas, lo puedes gritar a cuatro vientos y publicar en tus Redes Sociales.

Otro paso que es necesario e imprescindible, es la resiliencia. Personalmente me considero una persona resiliente, porque cada vez que he tenido obstáculos en mi vida, ninguno me ha detenido. Es decir, es normal que todos en algún momento, caigamos y nos detengamos, sobre todo si el problema tiene que ver con condiciones de salud. Pese a ello, nos levantamos, seguimos adelante y luchamos contra la corriente.

Esa es la verdadera resiliencia. Es la capacidad que tiene cada persona a sobreponerse a situaciones dolorosas y adversas, tanto físicas como emocionales. Esto es lo que te ayuda finalmente a ser optimista. El poder adaptarnos a nuevas circunstancias dependiendo de nuestras necesidades.

Salir adelante desarrollando todo nuestro potencial, ir siempre un paso más allá y poder ver en esas situaciones una oportunidad para crecer, no para echarnos a una cama a llorar y convertirnos en un cúmulo de quejas que nos hace infeliz a nosotros mismos y por ende, a los que nos rodean, causando en los demás un rechazo.

Debes ser autocrítico para que puedas mejorar las estrategias que te permitan alcanzar tus metas. Es decir, debes ser capaz de ver tus propias debilidades para poderlas convertir en fortalezas. Lo que significa, que si cometes un error, seas capaz de corregirlo y continuar, y no estancarte en la culpa.

Para hacer realidad tus proyectos, es importante sumar la disciplina porque esto te lleva a crear hábitos para estar consciente de que necesitas invertir en tiempo, esfuerzo y dedicación. Algo que me sirve mucho, es pensar e imaginarme viviendo mi logro, por ejemplo, me visualizo en el lugar que quiero estar, con las personas que deseo compartir o con lo que quiero tener.

No olvides que siempre en cada proceso de vida, incluso y sobre todo cuando estás trabajando por construir y lograr un sueño, está la parte del aprendizaje. Por tanto, es muy importante que estés abierto y dispuesto a aprender, atento a las posibilidades y oportunidades que se presenten.

Recuerda ser paciente, rodearte de personas positivas, que te motiven y te den confianza.

Desarrolla las cualidades necesarias para planificar tus ideas, pasos y proyectos.

¡Vamos! ¡No te rindas! Lucha, trabaja, esfuérzate en lograr tus metas. Es el momento, es ahora o nunca. Verás cómo tanto esfuerzo valdrá la pena. Al final, la satisfacción de haberlo logrado, la felicidad y la emoción valen más que cualquier cansancio y tiempo esperado.

Escrito por Aylen Bucobo / En todas las Redes Sociales @aylenbucobo

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