El Cuestionamiento

«La vida no es lo que se te da, es lo que creas, lo que superas y lo que logras. Eso la hace hermosa», anónimo.

No te ha pasado que a veces cuestionas todo lo que te sucede y aparecen esos por qué y para qué. No crees de repente, que todo lo que sucede en tu vida es por algo, tiene un significado o pasa porque te dejará una enseñanza. Desde nuestras propias vivencias, las experiencias compartidas hasta las personas que llegan o se van de nuestro lado, todo tiene un propósito.

Cuando comienzan a aparecer esas preguntas en nuestras cabezas, es porque empezamos a darle valor a que cada hecho o acontecimiento que se suscita en nuestras vidas tiene en realidad un significado y que muchas veces esas situaciones van tejiendo otras o van dando inicio a una cadena de sucesos que vienen para que aprendamos algo nuevo.

Definitivamente toda esa serie de acontecimientos también llegarán para hacernos crecer y madurar. Ir evolucionando en el tiempo hasta que cada experiencia vivida no los permita y nosotros seamos capaces de ver y entender. Asumiendo esto, como una realidad que nos ayuda a ser mejores cada día y a superarnos a nosotros mismos.

Cuando llegan los cuestionamientos es porque indudablemente comenzamos a ver la vida desde otra perspectiva. Aunque seamos nosotros mismos siempre, es un hecho que a veces, actuamos según lo que hemos venido absorbiendo a lo largo de los años de las personas que nos han rodeado.

Aunque no todos venimos a enseñar, puesto que cada quien también busca aprender solo y no depende de nosotros quizás, que los demás se den cuenta que en ocasiones son egocentristas o narcisistas, también es cierto, que no podemos ser como ellos y debemos seguir nuestro propio instinto y ser.

Así como nosotros mismos nos miramos a un espejo, también las demás personas se vuelven espejos, porque vemos en ellas las cosas negativas que no aceptamos de nosotros mismos o que simplemente no nos gustan o no queremos ver. Por eso, es que a veces ciertas personas que conocemos no nos caen bien del todo o no simpatizamos con algunas de sus formas de ser.

Considero que todo lo que nos sucede tiene un por qué y para qué. Hay situaciones que son consecuencias de nuestros propios actos que nos llevan a reconocer y reflexionar sobre lo que hacemos mal y que eso, puede ser parte de una larga lista de cosas que debeos mejorar o incluso, si así lo decidimos, cambiar y eliminar de nuestra manera de ser.

Los por qué y para qué, es cuando nos preguntamos por qué y para qué me sucedió esto, es para enseñarme algo que no había visto, es para darme cuenta de alguna mala intención de otra persona o para ver una traición. Las respuestas son muchas pero soló tú sabes reconocer cuál es la indicada para ti, según el contexto en el que se se esté desarrollando. Recuerda que el tiempo te dará todas las respuestas que estás buscando.

Esto también nos ayuda a ver en qué estamos vibrando, hacía dónde vamos o que debemos atender y no lo hemos solucionado. De todo modos, en este proceso hay que tener cuidado con el ego malo, que nos puede jugar una mala pasada o poner una trampa, sobre todo cuando somos muy selectivos al elegir las personas que deseamos nos rodeen, debido a malas experiencias vividas y nos creemos merecedores de decir quién sí y quién no, como si fuéramos seres superiores e intocables.

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«Efectivamente atraemos lo que somos, pero otras veces, atraemos a quienes nos necesitan», psicóloga Majo Medina.

Insisto, no creas que porque tú ya viviste una experiencia que recién la viven los demás, no significa que sean inferiores a ti, o que minimices sus emociones por el simple hecho de que es algo nuevo para ellos. En este sentido, también entra el cuestionamiento, porque si ya tú lo experimentaste, entonces que tu vivencia sirva de ejemplo para dar una sugerencia o recomendación.

El cuestionamiento es bueno, hace bien el preguntarnos las cosas, puesto que si no le damos el valor y peso a cada situación, con el tiempo eso se va convirtiendo en una bola que irá creciendo más y más, y llegará a un punto en el que nuestra salud mental se vea perjudicada y es por eso, que tenemos que protegerla y cuidarla por el bienestar general de nosotros en todos los aspectos.

No olvides que cada persona vive su propio proceso de forma distinta, y depende de cada quien al igual avanzar y vibrar con buena energía, irradiando su luz por doquier. Es su propia decisión la de seguir adelante, madurar, crecer y evolucionar.

Es bueno rodearse de personas que te inspiren a ser mejor cada día, a seguir el camino hacía el éxito, de lograr tus metas y hacer realidad tus sueños así como que compartan tus alegrías, triunfos y sean una motivación en tus momentos de tristeza y caídas. Con las que no sientas que esto sucede, simplemente no le compartas tus logros ni tus ideas. Cada quien es libre de dar lo que desee de su interior y con quien lo desee.

Lo importante de todo, es que tus cuestionamientos tengan una respuesta con la que puedas trabajar en pro de tu bienestar tanto mental como espiritual y que las dudas e interrogantes que aparezcan sean para abrirte los ojos y sacar lo mejor de ti. Los por qué y para qué seguro siempre estarán presentes, lo fundamental es no caer en un círculo vicioso, sino estar en aprendizaje por tu crecimiento sano y fuerte.

Escrito por Aylen Bucobo

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