Asistente de director de comunicaciones interceptada frente a su vivienda por grupo comando
Durante más de dos décadas, Vima de la Hoz trabajó en la Alcaldía de la segunda ciudad en importancia en Venezuela, Maracaibo, capital del Zulia.
Entre los años 2000 al 2008 fue considerada para ocupar un puesto de confianza entre el personal de la Dirección de Comunicación y Relaciones Pública del Gobierno Municipal marabino, razón por la cual pasaban por sus manos todo tipo de presupuestos y contratos de las empresas comunicacionales que prestaban servicios para la divulgación de la gestión del gobernante de turno.
Desde la asunción al Poder de Hugo Chávez, la situación en el despacho donde trabajaba y toda la corporación se convirtió en un calvario, toda vez que les tocó laborar para Giancarlo Dimartino, del partido Psuv, » quien no solo «los intentó adoctrinar de pensamiento político, sino que nos obligaba a usar vestimenta con colores «revolucionarios», a ser partícipes de marchas, concentraciones y búsqueda de electores en favor de los que ellos denominaron «proceso», era obligatorio, de lo contrario te despedían, sin pago de prestaciones y generaban una especie de antecedente rojo, que se convertía en una piedra de tranca para conseguir un nuevo empleo» según palabras de Vilma de la Hoz
La situación se agudiza con el triunfo de la opositora, Evelin Trejo, esposa del actual Gobernador del Zulia, Manuel Rosales, de quien podemos recordar tuvo exiliarse tras una orden del entonces del presidente Hugo Chávez, de meterlo preso, en vista de su radical postura contra el mandato dictatorial que ejercía.
La Alcaldesa de Maracaibo, Evelin de Rosales, designa a Katherina Novakoski como su Directora de Comunicación, ella a su vez convocó a Vilma de la Hoz, a trabajar a su lado para desmontar el desastre administrativo del gobernante saliente, Giancarlo Dimartino, auditoria que permitió demostrar los presuntos manejos irregulares de recursos,
«Circunstancias que enfureció a la Directiva del Psuv Nacional, ente que, valiéndose del poder, desencadenó una persecución, asechanzas, hostigamiento, ataques físicos y verbales en contra nuestra por ser considerados apátridas por denunciar la corruptela»
Vilma de la Hoz
Vilma de la Hoz relata los hechos
Al salir de mi casa, urbanización Altos de Sol Amado, un carro blanco, Mazda 6, placa LAU-890, me hacía seguimiento hasta la sede de la Oficina en la calle 75, Torre Maracaibo, luego si salíamos a cualquier diligencia mantenía el seguimiento, de vez en cuando, el sujeto con cachucha y lentes oscuros, con pistola en su cintura nos saludaba de manera cínica y amenazante, era el psicoterror en su máxima expresión.
La gota que derramó el vaso, fue llegando a mi hogar, seis de la tarde del 22 de junio del año 2016, mi hijo pequeño me aguardaba para ir a un encuentro de béisbol en el Estadio Luis Aparicio El Grande de Maracaibo, cuando de pronto un grupo comando, con pasamontañas y armas largas, me interceptan frente al inmueble, querían entrar, yo grité, los vecinos salieron para saber que acontecía, ellos gritaban queramos todos los contratos de publicidad, dónde están las pruebas en contra del camarada Dimartino, cuánto te están pagando, la vecindad se aglomeró y tras la presión se fueron del lugar.
Fueron muchas las persecuciones, pero esta última descrita, me obligó a un tratamiento psicológico tanto para mí como para mi hijo, vivir en dictadura y ser un objetivo político es traumático