Así es el cerebro del enamorado: nueve signos de amor científicamente demostrados
El amor es quizá el tema más complicado de entender y explicar. Hay millones de libros, canciones y películas acerca del tema y a día de hoy nadie ha conseguido dar con la clave, ya que los sentimientos no pueden medirse, compararse o cuantificarse. Lo que sí se ha estudiando más es un asunto relacionado: el enamoramiento.
En este proceso, intervienen una serie de procesos que sí pueden medirse, pues suceden en el cerebro de la mayoría de los humanos, quienes experimentan cambios notables durante el nacimiento del amor romántico hacia otra persona.
Así, los científicos han determinado exactamente qué significa «enamorarse», pues han descubierto que el cerebro de una persona enamorada se ve muy diferente al de otra que experimenta mera lujuria, y también es diferente del cerebro de alguien que mantiene una relación formal a largo plazo.
Las señales de que estás enamorado: tu cerebro te delata
Al respecto, los estudios dirigidos por Helen Fisher, antropóloga de la Universidad de Rutgers y una de las principales expertas en las bases biológicas del amor, han revelado que la fase ‘enamorada’ del cerebro es un período de tiempo único y bien definido que puede distinguirse por experimentar estas señales, recogidas por Livescience:
Piensas que tu pareja es especial y que no hay nadie igual
Cuando estás enamorado, empiezas a pensar que tu pareja/novio es única/o. Esta creencia va unida a la incapacidad de sentir una pasión romántica por otra persona.
Al respecto, según un artículo de 2017 de la revista Archives of Sexual Behavior, esta monogamia es el resultado de niveles elevados de dopamina central (una sustancia química involucrada en la atención y la concentración) en el cerebro.
Solo ves lo positivo de tu amor (o pasas por alto lo negativo)
Las personas enamoradas se centran en las cualidades positivas de su amado, mientras pasan por alto sus rasgos negativos. Y esto es completamente necesario para que una relación funcione, ya que, según el Journal of Personality and Social Psychology, las relaciones suelen ser más exitosas cuando las parejas están idealizadas. De otra forma, apenas nadie comenzaría una relación con otra persona.
Todo te recuerda a él o ella
Quienes están enamorados también se centran en eventos y objetos triviales que les recuerdan a su ser querido. Van por la calle y justo ven el coche de color amarillo del que hablaron ayer, o justo se topan con un concierto al que al otro le gustaría ir, o van a supermercado y se ríen al ver el papel higiénico o el aceite en spray, porque es justo con lo que bromeaban anoche. En fin, una serie de tonterías que al ser amado le hacen gracia y que no puede evitar relacionar con su pareja.
Y esto, evidentemente, es una prueba de enamoramiento. De hecho, según una investigación publicada en 2013 en la revista Motivation and Emotion, estar enamorado impide que las personas se centren en otra información ajena al ser amado.
También se cree que esta atención enfocada es el resultado de niveles elevados de dopamina central, así como de un aumento en la norepinefrina central, una sustancia química asociada con una mayor memoria en presencia de nuevos estímulos.
Te sientes inestable o descolocado
El enamoramiento es como una montaña rusa, ya que conduce, en muchas ocasiones, a una inestabilidad emocional y fisiológica. El enamorado se mueve entre la euforia, el aumento de energía, el insomnio, la pérdida de apetito, corazón y respiración acelerada, ansiedad, pánico y sentimientos de desesperación cuando teme que su relación está en peligro.
Esto es porque el amor es como una droga para el cerebro, y cuando el enamorado no obtiene su dosis o lo que espera, puede entrar en crisis o experimentar abstinencias y recaídas.
Dependencia emocional
Las personas enamoradas suelen mostrar signos de dependencia emocional de su relación, como: posesividad, celos, miedo al rechazo y ansiedad por separación, tal y como han demostrado diferentes investigaciones.
Hacer planes de futuro (o soñar con ellos)
Anhelar hacer planes de futuro con la persona amada, buscar formas de acercarse y soñar despiertos con una vida juntos también son signos de amor. Según un artículo la Universidad de Harvard, esto sucede porque cuando los niveles de serotonina comienzan a volver a niveles normales, aumenta la hormona oxitocina en el cuerpo, un neurotransmisor asociado con la creación de relaciones más serias, algo necesario para que una pareja se lance a tener hijos, por ejemplo.
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«El amor romántico forma parte de la estrategia reproductiva humana. Nos ayuda a formar vínculos de pareja, que nos ayudan a sobrevivir. Fuimos creados para experimentar la magia del amor y para ser impulsados hacia el otro» afirma Lucy Brown, neurocientífica de la Facultad de Medicina Albert Einstein de Nueva York.
Mucha empatía e intereses parecidos
Las personas enamoradas generalmente sienten una poderosa empatía hacia su amado, pues experimentan el dolor de la otra persona como propio y están dispuestas a sacrificar cualquier cosa por la otra persona, debido a sus neuronas espejo.
Asimismo, enamorarse puede hacer que alguien reordene sus prioridades diarias para alinearse con las de su amado. Si bien algunas personas pueden intentar parecerse más a un ser querido, otro de los estudios de Fisher, presentado en 2013, descubrió que muchos se sienten atraídos por sus opuestos, al menos por sus opuestos en los que a «químicos cerebrales» se refiere.
Así, su investigación halló que las personas con las llamadas personalidades dominantes en testosterona (personas analíticas, competitivas y emocionalmente más inaccesibles) a menudo se sienten atraídas por parejas con personalidades relacionadas con altos niveles de estrógenos y oxitocina (aquellas personas que son empáticas, cariñosas, confiadas e introspectivas).
Mucho sexo y mucho apego
Los enamorados suelen experimentar deseo sexual por su amado; y a más sexo, más liberación de oxitocina, que es la hormona encargada de crear vínculos sociales y desarrolla la confianza, algo necesario para forjar una relación y para rechazar a otros pretendientes, asegurando así que el noviazgo no se interrumpa hasta que se haya producido la concepción. Según Fisher, esto evolucionó como una necesidad biológica que permitía a las personas en relaciones románticas «centrar su energía de apareamiento en un individuo en particular».
Obsesión
Las personas enamoradas pasan, de media, más del 85% del día reflexionando sobre su objeto de amor, asegura Fisher. Este pensamiento intrusivo puede ser el resultado de niveles reducidos de serotonina central en el cerebro, una condición que se ha asociado anteriormente con la conducta obsesiva.
Algo que, por cierto, se da más en hombres, ya que, según un estudio publicado en el Journal of Psychophysiology, los varones que están enamorados tienen niveles de serotonina más bajos que los hombres que no lo están, mientras que en las mujeres ocurre lo contrario.
Como vemos, hay muchas señales que muestran que una persona está enamorada. Unos síntomas muy potentes que, gracias a Dios, se pasan a los tres años, como mucho. A partir de ahí, la relación pasa a otra frase, y es justo cuando muchas se rompen, pues no todo el amor sobrevive a la fase de enamoramiento. Y quizá sea mejor así.
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