Apuntes del cronista: Viejo Matapalo

Se cumplen 50 años de la gaita Testigo de dos épocas, conocida como Viejo  Matapalo, de la autoría de Heriberto Molina (20/08/1945 – 11/01/2017) y William Atencio (25/03/1949 – 10/04/2020). Fue grabada por la agrupación Saladillo de Ramón Quintero, en 1974, en la voz de José Morales.

La letra de esta gaita combina el pesar por la pérdida de los espacios de la barriada saladillera de Maracaibo, a raíz de su infame “remodelación” a inicios de los años setenta del siglo XX; aunado a una posición optimista con respecto a la supuesta modernización que debía sobrevenir luego de la intervención del Saladillo. En efecto, para el momento en que se compuso esta gaita estaba ejecutándose en la ciudad el peor plan de reestructuración urbana en la historia de Venezuela, sin que existiese en los maracaiberos de entonces conciencia alguna de lo que hoy conocemos cabalmente: la demolición del Saladillo destruyó una parte esencial del alma de Maracaibo.

Quedaba en pie un Matapalo, ileso ante la avanzada de la piqueta; todavía puede observarse aquel árbol, entre la plazoleta de la Basílica y el Hospital Chiquinquirá, en un área que en el pasado fue el patio de la casa del profesor Luís Arrieta Acosta, cuando aún era estrecha la separación entre el sagrado templo y las casas del Saladillo.

El viejo Matapalo ha quedado como testigo del devenir histórico de Maracaibo en el siglo XX, de su transformación urbana que transcurrió aparejada con la partida física de muchos personajes emblemáticos del Saladillo, cuyas vidas signaron la cotidianidad “de aquel barrio sencillo”. Todos ellos se fueron “a vivir con Dios” y dejaron sola a la China en su templo, mientras que las nuevas generaciones se desentendieron del pasado, pensando que el futuro nos demandaba su olvido, y esta fue la causa de la barbarie que sepultó cientos de años en el corazón de Maracaibo.

Testigo de dos épocas, dice así:

– Estribillo –

Viejo matapalo

no te vais a morir vos

porque la China bendita

se va a quedar muy solita.

Ya se fueron las callecitas

del barrio, Ricardo, Rubén, Carruyo

y el padre Ríos,

No te vaís a morir vos.

– Verso I –

En todo el barrio plantado

al frente del hospital

es el testigo ideal

de dos épocas de brillo,

la de aquel barrio sencillo

de los Biombos y Carruyo,

y la que canta el orgullo

del moderno Saladillo.

– Verso II –

Yo te he visto matapalo

maravillado y sonriente,

conversando con la gente

que el domingo te visita.

Les hablas de la Chinita

y del entierro del rey,

pues tú cantaste La Grey,

también con alma infinita.

– Verso III –

Mi matapalo sincero

hoy estás triste y sombrío,

te hace falta el padre Ríos,

Ricardo y El Campanero.

Mueren los saladilleros,

se van a vivir con Dios,

no te vais a morir vos

Mi matapalo gaitero.

Esta gaita contiene los nombres de varios personajes y de una calle del Saladillo. A continuación explicaremos brevemente su significado:

Los Biombos: Era una de “las callecitas del barrio”, cuyo nombre se debe a que sus vecinos usaban mamparas formadas por varios bastidores de madera, con los cuales decoraban las casas y ocultaban objetos de valor.

Ricardo José Aguirre González: El Monumental de la Gaita, nació en Maracaibo el 09 de mayo de 1939, y murió en esta misma ciudad el 08 de noviembre de 1969. El más destacado cantautor de la gaita zuliana; entre sus composiciones sobresalen: La grey zuliana, La pica pica, Gloria de un parrandón, entre otras. Formó parte de las agrupaciones gaiteras Cardenales del Éxito y Saladillo.

Rubén Aguirre: Conocido como Rubén El Campanero o El Negro Rubén. Entre 1921 e inicios de los años 70 se desempeñó como campanero en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, demostrando gran habilidad para interpretar diferentes melodías por medio de las campanas litúrgicas, como el Ángelus o el Himno de la Coronación de la Santísima Virgen. Sus repiques anunciaban la celebración eucarística y además marcaban las horas del día, en una cotidianidad que se extendió por 50 años. Poco antes de su retiro fueron instaladas tres campanas, fundidas en Olot (Gerona – España) por encargo del entonces párroco de la Basílica, el Pbro. Ángel Ríos Carvajal.

Virgilio Carruyo: Nació en El Saladillo de Maracaibo en el año 1874, y murió en esta misma ciudad en 1937. Destacado compositor de décimas y gaitas. Entre sus composiciones sobresalen: La Flor de La Habana, La Cañonera, La Musa de Carruyo. Padre de otro gran gaitero, Ángel Ciro Villalobos («Coyeyo»), quien recopiló las piezas musicales de Carruyo, preservándolas del olvido.

Ángel Ríos Carvajal: Sacerdote oriundo de Sinamaica, donde nació el 06 de mayo de 1912. Párroco de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y San Juan de Dios, desde el 13 de julio de 1963 hasta el 01 de mayo de 1972. Fue miembro del Centro Histórico del Zulia. De acuerdo con Mons. Ubaldo Santana, el padre Ríos “por su gran celo pastoral y sacerdotal se granjeó el cariño y la admiración de sus fieles y contribuyó con el embellecimiento interior y exterior de la basílica. A él se debe en particular la construcción del camerino de la Chinita”. Murió en Maracaibo el 03 de febrero de 1974.

Resulta válido añorar el pasado y lamentar la pérdida del Saladillo, pero la historia que estamos construyendo en el presente nos demanda nutrir nuestra conciencia social de maracaiberos, para no seguir cometiendo el error de desestimar las raíces que poseemos, tal y como ocurrió en 1970 al no resistir con determinación la embestida de la piqueta.

Dr. Reyber Parra Contreras. Cronista de Maracaibo. Profesor de historia de Venezuela en la Universidad del Zulia. Miembro de la Academia de Historia del Estado Zulia, E-mail: [email protected] Instagram: @cronistademaracaibo Twitter: @CronMaracaibo

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